Belfast, años de plomo. El secuestro de una joven madre de familia en el gueto republicano sirve como piedra de toque para un relato sobre lucha, violencia, miedo, dolor y silencio en la Irlanda del Norte de los Troubles.

Mediante un minucioso trabajo de investigación periodística, Patrick Radden Keefe logra reconstruir las calles de una Belfast que hoy parece inimaginable, pese a lo reciente de los episodios. Bombas en supermercados, traiciones saldadas con balas en la nuca y la insoportable tensión de una guerra fratricida que se libra en cada esquina, arrasando una comunidad hendida por el terror y el dolor, son el fondo de esta historia que recorre el arco entre el agravio inicial y la desolación que acompaña al silencio final, una desolación compartida por víctimas y verdugos. La mirada del narrador, de admirable intuición, sabe posarse en los ángulos correctos para atisbar el descenso implacable de todos los actores -fanáticos y medradores, héroes e idealistas, asesinos crueles y meros supervivientes- hacia el inevitable desenlace: ¿Qué hemos logrado con toda esta muerte?